Mientras te encuentres débil, prueba a dar paseos. Trata de encontrar a alguien con quien darlos, de modo que no se te haga algo insufrible y, además, aburrido.
Aprovecha cuando te encuentres mejor para aumentar la intensidad del ejercicio. Los paseos en bicicleta son muy buena idea. Igualmente, trata de encontrar un acompañante. Prueba también otro tipo de deportes como el fútbol o el baloncesto si te gustan, aunque es probable que te canses rápido y tengas que hacer parones frecuentes.
Otra buena idea es practicar natación, que es un ejercicio muy completo y no cansa de forma rápida. Incluso el culturismo (pesas) podría ser buena idea, siempre y cuando vayamos empezando por pesos muy ligeros para ir tonificando los músculos y no cansarnos demasiado.